El asesino de las bellas artes.
Atrapado & Pluma, lápiz y veneno.
Oscar Wilde / Charles Dickens.
Rey Lear Editores.
Traducción de Susana Carral.
Atrapado & Pluma, lápiz y veneno.
Oscar Wilde / Charles Dickens.
Rey Lear Editores.
Traducción de Susana Carral.
Formato: 12,7x18,5 con cuadernillos cosidos.104 páginas.
PVP: 10,95 €.
Pintor, ilustrador, escritor y asesino,
el envenador Thomas Griffiths Wainewright (1794-1847) se convirtió en un
personaje de su época, conocido por escritores como Charles Dickens –quien
llegó a verlo en la cárcel–, Thomas De Quincey o el célebre ensayista CharlesLamb, quien estimaba sus escritos y en una carta a Bernard Barton incluso lo
llegó a caracterizar como “el amable y alegre Wainewright”. Ejem.
La afición del asesino por de las bellas
artes por la vida opulenta y la estricnina acabó con la vida de un amigo de
Norfolk, un tío suyo, su suegra y su joven cuñada Helen, a quien él acusaba de
tener “los tobillos demasiado gruesos”, aunque estos cargos nunca fueron
probados.
Deportado a una colonia penitenciaria en Tasmania,
este extravagante dandy derrochador y disoluto cazado por la justicia por
falsificador realizó
allí una importante carrera como retratista,
aunque realmente ha pasado a la historia por ser el protagonista de los dos
"homenajes" que recoge en un solo volumen Rey Lear Editores.
Se trata, por un lado de Atrapado, relato
largo aparecido por entregas en el New York Ledger entre agosto y septiembre de
1859 –se trata de la única obra del novelista inglés escrita en exclusiva para una
publicación norteamericana– en el que Dickens vuelca toda la repugnancia que le
provocaba; y del ensayo en verde color de la estricnina que le dedicó Oscar Wilde titulado, Pluma, lápiz y veneno, en el que lejos de
censurarlo lo trataba como un incomprendido al que había que reconocerle su
papel como “inspirador para la ficción”,
lo que es, a juicio del autor de La importancia de llamarse Ernesto, “mucho más
importante que una simple realidad”.
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