sábado, 13 de octubre de 2012

Joyce Carol Oates recrea en 'Hermana mía, mi amor' uno de los más turbios sucesos de la crónica negra de EE.UU en los últimos tiempos



Hermana mía, mi amor.
Joyce Carol Oates.
Traducción de José Luis López Muñoz.
Alfaguara. Col. Literaturas.
640 páginas.
Fecha de publicación: 10 de octubre de 2012.
Formato: Cartoné. 15x24 cm.
PVP: 26,00 €. Ebook: 11,99 €.

Una madrugada, la adorable Miss Princesita del Hielo de Nueva Jersey y promesa del patinaje, aparece asesinada en el sótano de su casa de un barrio de clase alta de Fair Hills. Tenía seis años; su hermano Skyler, nueve, y apenas recuerda nada de aquella noche que lo cambió todo. Ahora, diez años más tarde, escribe una historia que explique el porqué de la infancia destrozada, la culpa, la ambición desmedida y el infierno de la prensa sensacionalista: una historia que aclare las dudas y revele los oscuros secretos de su familia.

Considerada por muchos, como la mejor escritora norteamericana del último siglo, como una “leyenda viva” paz de disputarle a los renombrados John Updike, Philip Roth o Tom Wolfe el trono del “más importante novelista estadounidense” de su generación, Joyce Carol Oates (Lockport, Nueva York, 1938), “oscura observadora de nuestras vidas y nuestro tiempo”, como la definen en Publishers Weekly, revisa el todavía no resuelto asesinato de JonBenetRamsey, víctima de un célebre caso de la crónica negra de EE.UU de finales del pasado siglo,  de un modo cautivador y desde el terreno de la ficción.

En este sentido, es importante atender a la nota aclaratoria que la propia Carol Oates antepone al inicio de la novela:
Aunque Hermana mía, mi amor: la historia secreta de Skyler Rampike tiene su origen en un célebre “caso auténtico de crónica negra”, acontecido en Estados Unidos a finales del siglo xx, no es más que una obra de ficción y no se propone en absoluto representar a personas, lugares o acontecimientos reales. Esto incluye a todos los componentes de la familia Rampike, a sus abogados y a sus amigos. Como tampoco la descripción del «Infierno de la Prensa Sensacionalista» quiere ser un retrato literal de la reacción de los medios ante el crimen.
 Galardonada con el Grand Prix de l’Héroïne Madame Figaro, Hermana mía, mi amor fue publicado originalmente en el año 2008 y supone la trigésimo séptima irrupción de esta también prolífica ensayista, dramaturga, poeta y autora de cuentos, multi-galardonada y eterna candidata al Nobel de Literatura, en el terreno de la novela, donde ha firmado además bajo varios pseudónimos.

Por si no tuvieran suficientes alicientes para acudir ya a su librería más cercana, disfruten de las primeas líneas de la edición recién publicada por Alfaguara:
Todas las familias disfuncionales se parecen. Es decir, son «supervivientes».
Soy el hijo «superviviente» de una familia norteamericana de infausta memoria, aunque lo más probable es que después de casi diez años no se acuerden ustedes de mí: Skyler.
Un nombre pegadizo, ¿verdad que sí? Skyler (sky: cielo).
Un nombre elegido ex profeso por mi padre, que esperaba grandes cosas de mí, por ser su primogénito, y varón.
Un nombre, según creía Bix Rampike, mi padre, que distinguiría a quien lo llevase del común de los mortales.
Mi apellido —Rampike— les ha hecho parpadear, ¿me equivoco?
Ram-pike. Un apellido del que, a no ser que sean ustedes intencionadamente obtusos, o finjan estar «por encima de todo» (es decir, por encima de la tierra arrasada que son los Estados Unidos de la prensa sensacionalista), o mentalmente incapacitados, o tremendamente jóvenes,
 «¿Rampike? ¿Esa familia? ¿La niñita que patinaba, la que...?»
«Y que quienquiera que lo hiciese, nunca se...»
«Los padres, o un maníaco sexual, o...»
«En algún lugar de Nueva Jersey, hace años, por lo menos una década...»


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