La hora de Gandhi.
Ramin Jahanbegloo.
Ramin Jahanbegloo.
Prólogo del Dalai Lama.
Traducción de Anna María Cadarso.
Edición de Antoni Munné.
Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores.
Col. Ensayo
192 páginas.
PVP: 20 €.
Fecha de publicación: noviembre de 2012.
Si ha habido una figura en el último
siglo, capaz de demostrar que la violencia siempre no resulta siempre un factor
clave para derrotar la injusticia y luchar contra una dictadura ese fue MahatmaGandhi.
No ha sido un caso único. La resistencia
pasiva, la desobediencia civil, las luchas no violentas por la paz, la libertad
y la democracia han sido capitales en la mayoría de los grandes movimientos populares
de los últimos cien años, ya se trate de campañas contra el gobierno
colonial, el régimen comunista en Polonia y otros países de la Europa del Este
o contra el régimen del apartheid en
Sudáfrica.
Gandhi creía que una ley injusta era un
insulto al amor propio, a la dignidad y a la conciencia de los ciudadanos y que
creaba una división inaceptable entre el individuo y su experiencia de la
verdad. Como señala Ramin Jahanbegloo (Teherán, 1956) autor de esta obra que nos llega de la
mano de Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores , figuras como Martin Luther King, Nelson Mandela,
Desmond Tutu, el Dalai Lama y algunas mucho menos conocidas, como Maulana Azady Khan Abdul Gaffar Khan, han practicado el poder de la no violencia, un
fenómeno que volvió a revitalizarse, de momento con magros cuando no
contraproducentes resultados, merced a la acción del movimiento verde de Irán, o las llamadas «primaveras árabes».
Ramin Jahanbegloo (Teherán, 1956), doctor
en Filosofía por la Universidad de la Sorbona que en la actualidad ejerce de
profesor adjunto en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de
Toronto, se ha convertido en uno de los pensadores más influyentes del panorama
intelectual iraní al desarrollar una intensa obra que gira alrededor del
diálogo entre culturas y la defensa de la no violencia y de la que sobresalen
títulos como Conversaciones con Isaiah
Berlin, Conversaciones con George
Steiner, La solidaridad de las
diferencias y Elogio de la diversidad.
Este carácter abierto, integrador y
dialogante de su obra explican los serios problemas que en los últimos años ha tenido
que afrontar en su propio país. Su posicionamiento en contra de la política del
nuevo gobierno, tras la victoria de Mahmud Ahmadineyad en 2005, le costaría al poco tiempo el que, a su regreso de un viaje, fuese detenido en el aeropuerto
de Teherán «por razones de seguridad y espionaje», lo que le supuso cuatro
meses de encarcelamiento. Gracias a una fuerte campaña orquestada por HumanRights Watch, y a la que se unieron las firmas prestigiosas de la
intelectualidad internacional, pudo obtener su liberación y posterior exilio,
que inició precismente en Nueva Delhi.
En La
hora de Gandhi, III Premio Palau i Fabre, Jahanbegloo reflexiona sobre la
actualidad del pensamiento del político indio, en concreto en lo relativo a la posibilidad de pasar de una
situación política injusta a otra más democrática de manera pacífica y sin
violencia, o el debate entre el concepto moderno de soberanía y la idea de
soberanía compartida como una visión alternativa del poder. La figura de la
práctica de la ahimsa o no violencia por parte de Gandhi adquiere así un papel
fundamental en su análisis. Y es que como afirma el Dalai Lama, quien reconoce en
el líder nacionalista indio una “fuente de inspiración para mí desde que era
niño en el Tíbet” en el prólogo a la obra:
“Cuando exploramos lo que él llama «la hora de Gandhi » de la política, Ramin Jahanbegloo sugiere formas de transformar la hostilidad en amistad en la política contemporánea y desafía la noción de que no hay espacio para la acción no violenta en los asuntos públicos musulmanes. Explora cómo conservar la pasión en la política, al mismo tiempo que se profundiza y se amplía el grado de responsabilidad en las cuestiones políticas.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario