Buen comportamiento.
Molly Keane.
Traducción de Gregorio Cantera.
Ilustración de la cubierta de Iban Barrenetxea.
Traducción de Gregorio Cantera.
Ilustración de la cubierta de Iban Barrenetxea.
Contraseña Editorial.
Formato: rústica. 21 x 13 cm.
Formato: rústica. 21 x 13 cm.
360 páginas.
PVP: 19,90 euros
PVP: 19,90 euros
Fecha de publicación: abril de 2013.
De la mano de Contraseña editorial, uno de esos
sellos tan modestos como ambiciosos en sus postulados estéticos, nos llega la
obra que supondría el regreso a la escena literaria de Molly Keane, cuyo verdadero
nombre era Mary Nesta Skrine, tras más de veinte años sin publicar. Publicada
en 1981 y finalista del Premio Booker de ese año –que iría para Salman Rushdie por
Hijos de la medianoche–, Buen
comportamiento, es una despiadada crónica, poblada por una galería de
personajes inolvidables, de la decadencia de la aristocracia angloirlandesa que
tan bien conoció la autora y a la que, a su manera, ella mismo perteneció,
encarnada aquí por la familia de los St. Charles, que bajo su disfraz de
opulencia habita una especie de residencia-fortaleza amenazada de ruina.
Aroon, la narradora, que solo aspira a
obtener el amor y la aprobación de sus seres queridos; sus padres, y su
hermano, Hubert viven inmersos, intentando mantenerse al margen de las
realidades de la vida, en la hacienda de Temple Alice rodeados de un esplendor
decadente y obsesionados con observar a rajatabla las ineludibles exigencias
del “buen comportamiento”, una fachada, como nos sugiere Iban Barrenetxea en su
fantástica, una vez más, ilustración de la cubierta, tras la que se ocultan
oscuros secretos y crueldades inconfesables.
Nacida en 1904 en Newbridge (Irlanda) Molly
Keane, además de trazar una exitosa carrera
como autora dramática –varias de
sus obras serían dirigidas por John Gielgud, quien, por cierto, participaría
como actor en los años 80 en alguna de las adaptaciones televisivas de las últimas
novelas de la autora– publicaría entre 1928 y 1956 un total de once novelas con
el seudónimo de M. J. Farrell, especie de escudo que le permitía poder seguir
manteniendo su acostumbrada vida social sin que pesara sobre su reputación el
estigma de la escritura. En 1981, ya utilizando su nombre de casada –su marido
había fallecido de forma repentina en 1946–, puso fin a una larga sequía con la
aparición de esta obra, calificada por P.D. James como “espléndida (…) maravillosamente
escrita, soberbia” y cuyo caluroso recibimiento llevaría a esta ya octogenaria
amante de Jane Austen y
entrañable amiga de Elisabeth
Bowen, a dar forma en los años siguientes a títulos como Time after Time, Loving and Giving y Queen
Lear.
Molly Keane en 1983. NPG. © John Swannell/Camera Press. |
Keane –quien por cierto escribió una
novela titulada Two days in Aragon,
como aragonesa es la editorial que ahora la pública, aunque la obra, debemos
aclarar, no alude a la región española sino a la casa epónima– murió el 22 de
abril de 1996 en su pequeño cottage de
Ardmore (County Waterford), donde residió
durante muchos años junto a sus hijas, y en la que conservaba una bella
colección de pintura irlandesa moderna, en la que ocupaba un lugar de excepción
la obra de Nora
McGuinness.
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