La web de Galaxia Gutenberg emitiendo sus cantos de sirena a lectores incautos. |
Creo que ya iba siendo hora de que dijera
esto. Hasta ahora creo que me he portado bien. Le he dedicado muchas entradas en estos seis meses a esta editorial, siempre para referirme a sus títulos de forma positiva, a veces incluso encomiástica. Pero ya no puedo más. La verdad, desnuda, es que odio profundamente a Galaxia Gutenberg. Como suena. Esta gente me ha
arruinado. Llevan años vaciándome los bolsillos sin querer darse por enterados.
Que si Canetti, que si Kafka, que si Lorca, que si Valente, que si mira qué
cajita más mona de clásicos de la ciencia ficción, que si mira qué bien se
explica aquí la II Guerra Mundial, que si fíjate qué novela, qué opúsculo, qué
libro de poemas más gracioso. ¿Pero acaso están satisfechos? No. Son insaciables y, lejos de aminorar sus acometidas, éstas se vuelven más seguidas y contundentes. Pues bien. Siento decirles que ya
no me queda nada que empeñar (para comprar las Obras Completas de Vargas Llosa, y aún resta algún tomo, he tenido
que rehipotecar el flexo) así que, a menos que decidan contratarme como
corrector o considerarme como parte de su obra social, poco van a sacar de este librófago empobrecido y atribulado.
Todo lo más, mi más profundo
resentimiento por no dejar de publicar cosas que me interesan y que ni en diez
vidas tendría tiempo de leer, mucho menos aún de pagar. Ahora, estos señores, por llamarlos de algún modo, han decidido, tal es su crueldad, poner en marcha una nueva colección dedicada al ensayo
contemporáneo. ¡Malditos! Hace unos años lanzaron una imprescindible serie a cargo
de Fernando Savater sobre grandes obras del pensamiento del siglo XX, una
colección que preside mi biblioteca y a la que le debo algunos de mis mayores
placeres como lector. Pero no, esta vez no me ablandarán.
No contentos con sus pasadas
fechorías ahora le han encargado a Josep Ramoneda la labor de coordinar una
serie nacida baja la advocación de una frase de, cómo son, Michel Foucault: “Se puede optar
por un pensamiento crítico que tomará la forma de una ontología de nosotros
mismos, de una ontología de la actualidad”. La idea, nos dicen, todo por
fastidiar, consiste en romper el carácter coyuntural de la actualidad y analizarla
desde la perspectiva de un tiempo largo y una mirada extensa que permita leer
los acontecimientos más allá de su volatilidad mediática. Sepan que no me impresionan.
Bueno, un poco.
La serie, que pretende promover un nuevo
humanismo en la era digital, convocará a pensadores de los distintos ámbitos y
procedencias de las ciencias humanas para abordar, dando entrada a figuras
procedentes de las mal llamadas culturas periféricas, los grandes temas
políticos, sociales, económicos y culturales del momento. En definitiva, que
mis dientes serían más largos si no fuera porque ya han llegado al suelo.
Porque además, los de Galaxia no se
contentan con anuncios que apelen a realidades más o menos inminentes. Qué va.
Ellos van de sobrados y prefieren practicar una política de hechos consumados.
No te dicen “estamos pensando”, “nos planteamos”, “a medio y corto plazo queremos”.
No. Cuando te llega el mensaje a tu bandeja de entrada, estos chantajistas ya
han metido el libro en la caja. Y así, la noticia viene acompañada de nada
menos que de dos de los primeros volúmenes: ¡Democracia!
De Paolo Flores d'Acais y Tierra de
extraños de Ash Amin. Veamos de qué diantres van.
En ¡Democracia!,
Paolo Flores d'Arcais (1944), uno de los ensayistas políticos más activos y
combativos de la izquierda europea y autor de cerca de una treintena de libros,
pone en evidencia el riesgo de que esta palabra, que puede ser invocada tanto
por George W. Bush, Havel, Putin, Aung San Suu Kyi o el mismo Silvio Berlusconi,
termine por no significar nada. Sin embargo, a lo que apela el término, que
podría tener la misma precisión que el humo o la niebla, sigue siendo hoy imprescindible,
sobre todo porque los valores democráticos de libertad e igualdad son el
fundamento por el que hombres y mujeres siguen luchando frente a la opresión. Flores
d'Arcais trata en este ensayo de encontrar una democracia digna de ese nombre cuando
el establishment político y los
poderes que con él se asocian, de ahí la desafección creciente de los
ciudadanos, pisotean los derechos de los ciudadanos y buscan sólo sus propios
intereses. En definitiva, un libro que no puede despertar el menor interés escrito
por un autor que se inscribe en la línea de pensadores tan insignificantes como
Albert Camus y Hannah Arendt. Veamos el otro.
El ugandés Ash Amin, profesor en
Cambridge y uno de los grandes especialistas mundiales en geografía económica y
blablablá, nos presenta en Tierra de
extraños, su último libro hasta la fecha, una serie de argumentos que
pretenden rebatir la peligrosa tendencia de nuestras sociedades a que las
relaciones humanas se vuelvan más impersonales lo que, acrecentado por la
ansiedad ante la falta de perspectivas y la incertidumbre hacia el futuro, podría
derivar, y de hecho así está ya sucediendo, en un aumento de la aversión hacia
el otro, hacia el extraño. Doy fe. Miren si no, mi creciente y justificadísima aversión
hacia Galaxia Gutenberg.
Amin, que en los últimos años ha centrado
sus investigaciones en la integración y la cohesión urbanas, en los imaginarios
de la pertenencia y en la renovación política de la izquierda, analiza en esta
obra la forma de forjar distintas maneras de relacionarse con el extraño, tanto
en las esferas de lo público como en lo privado, a la vez que elabora elementos
para una política de la diversidad apropiada a los tiempos que vivimos.
En definitiva, dos libros con una pinta
espantosa, carentes de interés, que se inscriben en una colección que no venía
a cuento. Yo ahora mismo a estos señores, los borro del Facebook.
Acabo de terminar "!Democracia!" y me ha parecido muy interesante. Adjunto enlace a la breve reseña que he escrito sobre él por si a alguien le interesa echarle una ojeada:
ResponderEliminarhttp://bailarsobrearquitectura.wordpress.com/2013/12/11/democracia/
Saludos y enhorabuena por el blog!
Iago López