George Moore.
Traducción de Ricardo Bestué.
Editorial Belvedere.
Formato: rústica. Formato: 14 x 21 cm.
288 páginas.
PVP: 17,50 €.
Fecha de publicación: marzo de 2013.
Escrita inicialmente como una novela y publicada
por primera vez en 1888, gracias a la intercesión del editor, finalmente como una
autobiografía, Confesiones de un joven
recorre el periodo que va desde el momento en que el autor, tras reunir el
dinero de la herencia que percibió al morir su padre, viajó a París con la
intención de ver cumplido su sueño de convertirse en pintor, hasta que varios
años más tarde, ya de vuelta en las islas, consiguió dar forma a obras como A Mummer’s Wife, tenida como la
primera novela realista de la literatura inglesa, o Esther Waters, considerada su mejor novela, todo un éxito que le
encumbró como uno de los grandes escritores de su tiempo.
Entre esos hitos ocurrieron numerosos
acontecimientos –que son los que nos traslada una obra que ha tomado como
referencia la última edición revisada por el propio autor en 1926– que nos
descubren, entre otras cosas, el bullente París de aquel tiempo, una ciudad que
aún portaría durante varias décadas más el título de centro cultural del mundo.
George Moore (Moore
Hall, 1852– Londres, 1933) llega a la capital parisina en 1873, justo en un
momento de enorme agitación cultural en el que el romanticismo tardío convive
con el parnasianismo y el simbolismo mallarmeano, al tiempo que el Naturalismo
de Zola o los Goncourt –que tan
decisivamente le influirá– gana terreno en el ámbito literario de forma similar
a como el incipiente Impresionismo se consolida en el campo pictórico. Moore,
que ha abucheado a Manet o Degas durante la celebración de la
Tercera Exposición, no tardará en darse cuenta de que no tiene aptitudes para llegar
a ser un buen pintor, pasándose a la escritura, donde probará suerte en primer
lugar con la poesía, luego con el periodismo y finalmente, acumulando un
creciente miedo al fracaso tras sus frustradas experiencias pasadas, con la
novela.
Tras su bohemia estancia en París, Moore,
previo paso por su Irlanda natal, se instalará en
Londres, donde deberá aprender de nuevo a familiarizarse con su idioma materno ya que no sólo piensa sino que también siente en francés. Quien había crecido oyendo recitar a su padre las novelas de Walter Scott lee entonces a James, Meredith, Eliot, Hardy, Blackmore o Stevenson mientras comienza a cimentar su densa carrera como autor. A partir de ahí la actividad literaria no le abandonará, ejerciendo exitosamente como crítico de arte y despertando el recelo de las mentes más pacatas de la sociedad puritana de su época. Su participación dentro del movimiento del Renacimiento Literario Irlandés tampoco será menor y su conversión al protestantismo así como sus tormentosas relaciones con su hermano Maurice, entre otros destacados capítulos de su peripecia vital, también darían para mucho; sin embargo, esto ya desborda los márgenes de una obra, la que aquí nos convoca, a la que en una última revisión el autor añadirá una serie de ensayos guardados hasta entonces en un cajón y que forman parte de la presente edición. Se trata de “Culto a los cómicos (una crítica a los actores)”, “Una visita a Médan”, “Una actriz del siglo XVIII”, “Le Revers d’un grand Homme” y “Epístola a los galeses”.
Londres, donde deberá aprender de nuevo a familiarizarse con su idioma materno ya que no sólo piensa sino que también siente en francés. Quien había crecido oyendo recitar a su padre las novelas de Walter Scott lee entonces a James, Meredith, Eliot, Hardy, Blackmore o Stevenson mientras comienza a cimentar su densa carrera como autor. A partir de ahí la actividad literaria no le abandonará, ejerciendo exitosamente como crítico de arte y despertando el recelo de las mentes más pacatas de la sociedad puritana de su época. Su participación dentro del movimiento del Renacimiento Literario Irlandés tampoco será menor y su conversión al protestantismo así como sus tormentosas relaciones con su hermano Maurice, entre otros destacados capítulos de su peripecia vital, también darían para mucho; sin embargo, esto ya desborda los márgenes de una obra, la que aquí nos convoca, a la que en una última revisión el autor añadirá una serie de ensayos guardados hasta entonces en un cajón y que forman parte de la presente edición. Se trata de “Culto a los cómicos (una crítica a los actores)”, “Una visita a Médan”, “Una actriz del siglo XVIII”, “Le Revers d’un grand Homme” y “Epístola a los galeses”.
Con la publicación de Confesiones de un joven, Belvedere, editorial nacida en Madrid
en 2007 con el objetivo de difundir las letras de las islas británicas y
especializada en la recuperación de obras inéditas en España o descatalogadas
de la literatura angloirlandesa, vuelve a editar de nuevo un título de George
Moore. En la anterior ocasión, en 2008, se trató de la arriba mencionada Esther Waters, “una novela –como el
propio autor indicó en su Epístola dedicatoria– tan característicamente inglesa
como Don Quijote es española”.
- Puede adquirir Confesiones de un joven de George Moore aquí.
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