Manual de teoría y práctica teatral.
José Luis Alonso de Santos.
Castalia.
1ª edición en rústica. 15 x 21 cm.
576 páginas.
Precio con IVA: 17€.
1ª edición en rústica. 15 x 21 cm.
576 páginas.
Precio con IVA: 17€.
Hacen falta muchos años de amor y
dedicación al teatro para elaborar un manual como el que ahora, después de
cumplirse un lustro desde su primera publicación, aparece por primera vez en formato
compacto.
Desde que a mediados de los 60, iniciara
su carrera en los grupos de Teatro Independiente, donde participó como actor,
director y autor, José Luis Alonso de Santos ha consagrado su vida al arte
teatral. Si como dramaturgo ha escrito más de treinta obras –incluyendo Bajarse
al moro, La estanquera de Vallecas o Salvajes, las tres llevadas al cine- que
le han valido los más prestigiosos galardones, sin faltar el Premio Nacional de
Teatro; si como director ha llevado a los escenarios desde Aristófanes, Plauto
o Shakespeare hasta Valle Inclán o Brecht, pasando por Lope o Calderón, entre
otros muchos; si es responsable de al menos medio centenar de versiones de
algunos de los más grandes nombres de la escena de todos los tiempos; y si por
todo lo anterior ha tenido el honor de estar al frente de instituciones como la
Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid o la Compañía Nacional de
Teatro Clásico; como teórico cuenta en su haber, además de numerosos artículos
y ensayos publicados en revistas, con libros tan fundamentales como La
escritura dramática (Madrid. Ed. Castalia, 1998) o este Manual de teoría y
práctica teatral que, desbordando los límites académicos dentro de los que fue
inicialmente concebido, acaba de aparecer en edición rústica.
Como él mismo ha escrito: “En las páginas
de este manual están las pistas que conseguí encontrar que a mí me parecieron
más fiables, los materiales que creo más útiles para la inmersión en el océano
del hecho teatral. Cada uno puede recorrerlas según sus gustos, motivaciones y
necesidades: de principio a fin, a saltos, eligiendo los caminos más esotéricos
o los más racionales, o leyendo sólo los capítulos o partes que resulten más de
su interés.” Así, este volumen puede leerse siguiendo el orden trazado en el
índice y que divide la obra en dos partes dedicadas,respectivamente, a la
teoría –desde las ideas generales con que arranca la obra- y la práctica –hasta
la misma recepción del drama-, o ser
sometido a una ocasional labor de consulta en función de los intereses o la
curiosidad de cada lector.
En cualquiera de los casos –ambas opciones
no resultan incompatibles en el tiempo- el lector, ya sea el estudiante, el
escritor o cualquier interesado en el hecho teatral, podrá acceder al fresco
que, levantado sobre los hombros de otros “exploradores del pasado”, realiza
aquel que, por su indesligable condición de creador -además de teatro ha escrito narrativa así como guiones para cine y televisión-, mejor puede relacionar los
aspectos teóricos con la práctica de la puesta en escena.
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