Hace cuarenta años.
Maria van Rysselberghe.
Trad: Regina López. Epílogo: Natalia
Zarco.
Errata naturae. Col. El Pasaje de los
Panoramas.
88 páginas. Formato: 14× 21,5.
Precio: 12,90 €.
88 páginas. Formato: 14× 21,5.
Precio: 12,90 €.
Presentada como una “joya secreta de la
literatura europea del siglo XX”, Hace cuarenta años de Maria van Rysselberghe,
es una elegante obra sobre el amor arrebatado y sobre su engarce en la
realidad, aunque sea ésta una realidad de escritores y pintores bohemios al
margen de “lo convencional”, en el límite de lo onírico.
A finales del siglo XIX, Émile y Maria verán
nacer una pasión tan absoluta como singular en una playa del Mar del Norte, una
pasión provocada por un encuentro breve pero fascinante, a medio camino entre
la exaltación y la sumisión, que cuarenta años después será evocada de nuevo
por una de sus protagonistas.
Lo fugaz y lo eterno, así como "lo
imposible" —pues ambos están casados—, marcan esta poderosa historia, contada en menos de un centenar de páginas y a la venta
desde este lunes 10 de septiembre, que se inscribe en la genealogía literaria
que trazan autores como Stendhal o Flaubert, y que se anticipa, como recuerdan desde
Errata Naturae –sello que, como nos tiene acostumbrados, ha preparado un otoño
cargado de deliciosas sorpresas- a las novelas de Marguerite Duras o a las
películas de Ingmar Bergman.
También conocida por ser la esposa del
pintor Théo van Rysselberghe –quien le dedicó numerosos
y extraordinarios retratos-, Maria (Bruselas, 1866–Cabris, Alpes marítimos,
1959), ha pasado a la historia de la literatura en buena medida merced a su
relación con André Gide, quien, a causa de su pequeña estatura, la bautizó como la “Petite Dame”. Desde 1918 hasta
1951, fecha de la muerte del escritor francés, esta mujer cultivada se ocupó de
registrar diariamente todo aquello de lo que era testigo en la vida del autor de Los monederos falsos, desde frases y acontecimientos, hasta el ambiente en el que vivía, la
génesis de sus obras, su postura ante los sucesos de su época, su vida íntima… Así, durante ese tercio de siglo llenó
diecinueve gruesos cuadernos de "Notas para la historia auténtica de André
Gide", que han quedado para la posteridad como Los cuadernos de la Petite Dame publicados por Gallimard y que constituyen un
documento irremplazable para el conocimiento de toda una época de la literatura
francesa y europea. El aliento creador de Gide –quien protagonizó también una
intensa relación con su hija Elisabeth, a resultas de la cual vendrá al mundo,
Catherine, a la sazón nieta de la escritora belga- le impulsó además a escribir
otros textos tan fundamentales como Strophes
pour un rossignol, Galerie
privée o este Hace
cuarenta años, obras todas ellas que nos hablan de la calidad artística
de una autora considerada tradicionalmente de culto.
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