Siete días después, El librófago vuelve a montar su escaparate con una nueva entrega de portadas de libros de 2012. La anterior selección tuvo una cálida acogida, tanto por el número de visitas (que auparon la entrada a lo más alto del ranking de “platos más populares”) como por algunas amables palabras que el artículo ha ido cosechando a la largo de la semana. De hecho, este post me ha servido entre otras cosas para tomar conciencia de que aunque este sea un blog modesto, casi un recién nacido, por razones que a su propio autor se le escapan, es seguido. Bien es cierto que, si nos orientamos por las estadísticas internas, muchos parecen llegar aquí por casualidad, a través de una búsqueda en Google o redireccionados de algún link extraviado y con la misma inmediatez que llegan los imagino abandonando rápidamente la página sin haber encontrado lo que estaban buscando. Pero me consta también que otros visitan El librófago con conciencia y a conciencia. Son editores y autores que tal vez, “alertados” por su buscador se asoman a comprobar de qué modo la “crítica” acoge sus libros. Y son, especialmente, lectores inquietos a la caza de nuevas presas con las que saciar momentáneamente su enfermedad librófaga. Y aunque pretenda no darle importancia al hecho, a veces, cuando alguien me comenta que va a comprar tal o cual libro porque ha visto aparecer aquí una mención, una prescripción o una reseña, siento que, a pesar de que esto sea una forma como cualquier otra de rellenar el tiempo, que más allá de que este rincón sea insignificante, ridículo en relación al conjunto de páginas culturales (revistas, blogs, programas de radio...) que se dedican a informar sobre libros, uno ha adquirido una responsabilidad que no puede intentar rehuir.
Tal vez sea esta la razón por la cual –y
así de camino respondo alguna pregunta recibida a este respecto–, no me haya
atrevido a aventurar una entrada sobre “los mejores libros de 2012” a secas (y
no porque no me hubiera gustado encontrarme en disposición de hacerlo). Pero
cuando uno es un lector constante pero disperso, termina por no saber de nada.
Y si bien esto es la excusa perfecta que algunos encuentran para hablar de todo,
llega uno a un punto en que piensa que resulta más honrado –so pena de no ser
tomado muy en serio–, asumir que uno da para lo que da. Al fin y al
cabo, ¿cuántos libros publicados en 2012 podría incluso un “profesional” haber
leído? La muestra en mi caso resulta tan escueta en
comparación con el universo de títulos publicados que dudo mucho de que hasta
dentro de diez o quince años pudiera disponer de una base sólida para ofrecer los resultados de una criba semejante.
Quizá este hecho sea el que me haya
impulsado a afrontar el más modesto (aunque igualmente subjetivo) reto de
confeccionar una selección de portadas de libros, no ya como una especie de
sucedáneo que opta por quedarse en la cáscara ante la imposibilidad de llegar a
la nuez, sino con la sana voluntad de reconocer el esfuerzo de las editoriales
en su conjunto por hacer más atractivos sus libros al tiempo que amplían el
campo de batalla de la creación cultural, un territorio en que las artes
plásticas, el diseño y la fotografía cooperan con un fin que si bien no deja de
resultar inevitablemente comercial, termina (pensemos en esos carteles
propagandísticos que hoy llenan museos y salas), a través muchas veces de
incesantes recreaciones, generando pequeñas obras de arte en sí mismas.
Ni que decir tiene que aunque a la hora
de realizar una selección de estas características los propios gustos
literarios pueden terminar “contaminando” la mirada, la relación que pueden
mantener las que consideramos como buenas portadas con los que creemos buenos
libros es totalmente arbitraria. Aclaro así que algunos de los libros que más
me han gustado este año no forman parte de esta selección y que, del mismo
modo, alguna de las portadas presentes da la bienvenida a historias que bien no
contarían con mi fiel adhesión o que, simplemente, por diferentes motivos no he leído.
Y ahora sí, después de alcanzar las 600
palabras que el administrador del blog me exige si quiero cobrar los 0’20 euros
por entrada que nuestro leonino contrato establece (¿no era más fácil, como suele
decirse, que ellas “hablasen por sí solas”? Tío cansino, de verdad…), les dejo
con la penúltima entrada de “Las mejores portadas de libros de 2012”.
11
Kallocaína
Karin Boye
Karin Boye
Traducción de Carmen Montes
Prólogo de Luna Miguel
Gallo Nero
224 páginas
PVP: 19 €
Prólogo de Luna Miguel
Gallo Nero
224 páginas
PVP: 19 €
Fecha de publicación: febrero de 2012
12
El
vivo
Anna Starobinets
Diseño de portada: Zuri Negrín
Traducción de Raquel Marqués García
384 páginas
PVP: 24€
Fecha de publicación: noviembre de 2012
13
Glaciares
Alexis M. Smith
Ilustración de portada de Alejandra
Acosta
Traducción de Mercedes Cebrián
Formato: Rústica. 20,5 x 12,5 cm
152 páginas
PVP: 16 €
Fecha de publicación: 12 de noviembre de
2012
14
Una
familia normal
Santiago Gascón
232 páginas.
Formato: 20x13 cm.
PVP: 17,95€
Fecha de publicación: junio de 2012
15
¿Por
qué me comprasteis un walkie-talkie si era hijo único?
Santi Balmes
Ilustraciones de Ricardo Cavolo
Ilustraciones de Ricardo Cavolo
Formato: Tapa dura
408 páginas
PVP: 24,90€
Fecha de publicación: noviembre de 2012.
16
El
deseo de lo único. Teorías de la ficción
Marcel Schwob
312 páginas
Formato: 21,5 x 14 cm 20,19
PVP: 21 €
Fecha de publicación: septiembre de 2012
17
La
ciudad
Frans Masereel
Formato: Rústica. 13 x 19 cm
120 páginas
PVP: 15€
Fecha de publicación: marzo de 2012
120 páginas
PVP: 15€
Fecha de publicación: marzo de 2012
18
Comedias
y tragicomedias
Teatro Completo II
William Shakespeare
Traducción de Ángel-Luis Pujante
Formato: Tapa dura con sobrecubierta. 15
x 23 cm
1536 páginas
Fecha de publicación: 20 de noviembre de
2012
19
No
despertéis al ser que duerme
Jali
Formato: Rústica con solapas
176 páginas
17 €
176 páginas
17 €
Fecha de publicación: septiembre de 2012
20
Barrio
perdido
Patrick Modiano
Traducción de Adoración Elvira Rodríguez
224 páginas
PVP 17.95€
Me parece un post interesante y creativo.
ResponderEliminarExiste portadas muy sugerentes. Los libros siempre se aprecian por lo que llevan dentro (sus letras), pero los que amamos el diseño y nos hemos dedicado a ello, apreciamos también una buena portada. Es una fuente de marketing muy importante.
Estimado amigo:
ResponderEliminarGracias por sus palabras.
Desde luego, como suele decirse de las personas el interior es verdaderamente lo que cuenta. Pero, luego, cada uno tiene su tapa y cada observador sus preferencias.
Un saludo y feliz domingo.
E.L.