Política para bufones. Una historia alternativa del poder y sus
teóricos.
Pedro González Calero.
Ariel.
Libro (Rústica con solapas): 17.00 €
Libro Electrónico (Epub): 11.99 €
Tras el éxito logrado con sus obras La
sonrisa de Voltaire o Filosofía para bufones -libro éste que pronto estará
disponible también en edición de bolsillo-, Pedro González Calero vuelve a la carga
para dar su particular y mordaz repaso a la historia de la teoría política y de
las ideas.
Desde la cita inicial de Rabindranath Tagore que abre el libro (“No es tarea fácil dirigir a los hombres; empujarlos,
sin embargo, es muy sencillo”), el autor no disimula en ningún momento su intención
de desenmascarar a algunos de los grandes vencedores de la historia, ofreciéndonos
un relato que, aunque pretende cultivar un sano distanciamiento respecto a lo
contado, no oculta el desengaño que se ha incrustado en el ánimo de un autor
para el que la política, pese a todo y a todos, ha constituido siempre una gran pasión.
El escepticismo y la desesperanza que nos
muestran muchas de las anécdotas recogidas para ilustrar las formas que el
poder ha utilizado para subordinar al pueblo -desde la democracia ateniense a
la actual “dictadura de los mercados”, pasando por el absolutismo, el
liberalismo o la propia “dictadura del proletariado”- no han podido acabar, sin
embargo, con la “dentellada de la indignación”, como él mismo la define, ante los
atropellos y las injusticias de los poderosos, de ahí que, en última instancia
-la burla del déspota adquiere un carácter liberador y puede ser incluso
considerado como un resorte para la acción-, no deje de apelar explícitamente a
la “resistencia” como último refugio, si se quiere, para no convertirnos en
"cómplices" de la barbarie.
De este modo, apoyándose en aquel pensamiento expresado por
Nietzsche que decía que “el ser humano es un animal que sufre tan intensamente que
tuvo que inventar la risa”, el autor avanza por la Historia sin dejar títere
con cabeza. Insignes personajes como Pericles, Alejandro, Cicerón, Tomás Moro, Maquiavelo,
Kant, Marx, etc. van desfilando por el libro para, finalmente, pese
a partir desde presupuestos muy diferentes, a veces incluso opuestos, terminar revelándole
al ciudadano actual cómo los mismos o parecidos males -la corrupción, la
demagogia, el “pan y circo”, la ambición desmedida…- se van repitiendo con independencia de la época
y del sistema de gobierno vigentes.
El libro que, sin duda, goza de un
gran público potencial en nuestros días, cuenta con la virtud, en este caso,
de resultar accesible y ameno ya que,
como el propio autor ha afirmado en alguna entrevista, “no se necesita tener un conocimiento técnico
para entenderlo”. Si hay que señalar algún defecto es el peligro que conlleva
el que planteamientos de este tipo trasladen la imagen de que todos los
sistemas políticos son iguales, algo que dista de ser la pretensión de su
propio autor. Que una cosa es, piensa el librófago, que haya motivos más que sobrados para ser
pesimistas y otra que, abandonados al desánimo, los propios ciudadanos, valga
la metáfora, entreguemos pacíficamente las armas a los mismos que más tarde nos
van a disparar.
Cierro, por último, este apunte, reproduciendo
la anécdota que el autor sitúa al final del prologo, pues creo que define muy
bien el tono general de esta obra editada por Ariel que, si bien puede causar indigestión por lo que
muestra, se lee muy bien:
“Cuenta una leyenda oriental que el
emperador mongol del siglo XIV Timur Lenk (también conocido como Tamerlán),
cuyos dominios se extendían desde Nepal hasta la India, desfilaba un día por
Samarcanda al frente de sus tropas cuando vio a un pobre harapiento que
mendigaba una limosna. Enseguida, Timur ordenó que le cortaran
la cabeza.
Su bufón, horrorizado, le preguntó por
qué había dado aquella orden arbitraria y a todas luces injusta, y Timur le
explicó que la imagen del mendigo le había parecido una señal de mal augurio antes de entrar en
batalla. Ante lo cual, el bufón no pudo sino murmurar para sus adentros:
—Me pregunto quién de los dos era de
verdad un mal augurio para el otro."