Novelas.
Stefan Zweig.
Acantilado.
Formato: Cartoné. 13 x 21 cm.
1560 páginas.
PVP: 49.00€.
Fecha de publicación: diciembre de 2012.
Stefan Zweig (Viena, Austria, 1881-Petrópolis,
Brasil, 1942) fue uno de esos escasos escritores del siglo XX que tuvo la rara
virtud –que compartió con algunos de los grandes maestros de la centuria
anterior, de los que fue más que digno heredero– de aunar calidad con popularidad, hasta el punto de que fue uno de
los autores europeos más célebres y leídos del periodo de entreguerras.
Aunque sus primeros pasos los dio en el
terreno lírico, dando a conocer con apenas veinte años sus primeros poemas,
destacó especialmente gracias a sus relatos y novelas, obteniendo también
grandes éxitos con sus biografías (memorables las que consagró a María Estuardo o Joseph Fouché) y
ensayos históricos, a través de los cuales puso en conocimiento del gran
público las vidas de grandes hombres, así como algunos de los “momentos
estelares” de la humanidad, como los que conforman la exitosa serie a la que
consagró cerca de veinte años de trabajo.
Este
también periodista y dramaturgo de origen judío (condición a la que nunca confirió mayor importancia hasta que las circunstancias le obligaron a asumir ese sello indeleble) e ideas socializantes, cuyo
célebre suicidio, producido tras años de desoladora diáspora, conmocionó a toda
la vida intelectual de una época enterrada en tinieblas, fundamentó en una especial
elegancia de estilo de raigambre decimonónica, en una técnica narrativa
depurada aunque nada alambicada y que rehuía las proezas formales de algunos de
sus contemporáneos y en una singular delicadeza en la descripción de los
sentimientos, las claves de unas novelas que un siglo después de haber sido
engendradas aún mantienen una cautivadora capacidad de evocación.
El presente volumen de Acantilado
recopila ahora desde las nouvelles
que le dieron fama hasta aquellas creaciones más extensas de la producción de
un hombre que nos dejó también en El
mundo de ayer. Memorias de un europeo
uno de los testimonios más clarividentes para comprender y respirar la
atmósfera cultural de una época que ya en vida de su autor se precipitaba hacia
su fatal descomposición. De este modo, integran esta imprescindible edición textos que ya
formaban parte del catálogo del sello catalán como Ardiente secreto, Carta de
una desconocida, Los ojos del hermano
eterno, Veinticuatro horas en la vida
de una mujer, El candelabro enterrado,
La impaciencia del corazón, Novela de ajedrez, La embriaguez de la metamorfosis; así como las inéditas en
Acantilado Miedo, Confusión de sentimientos y Clarissa.
Las traducciones se encuentran a cargo de
algunos de los más reputados especialistas, caso de Marina Bornas Montaña,
Roberto Bravo de la Varga, Berta Conill, Joan Fontcuberta, Adan Kovacsics,
María Daniela Landa, Manuel Lobo, A. Orzeszek o Berta Vias Mahou. Precisamente,
esta última firma la traducción de Ardiente
secreto, obra de 1911 elogiada en su día por escritores como Herman Hesse –y
que, sirva como curiosidad, Stanley Kubrick trató infructuosamente de llevar al
cine, algo que haría décadas más tarde Andrew Birkin– y cuyas primeras líneas
nos pueden ayudar a calibrar el portentoso don para atrapar al lector que Zweig
era capaz de imprimir en cada uno de sus textos:
“La locomotora emitió un grito ronco. Había alcanzado el Semmering. Durante un minuto los negros vagones descansaron en la luz plateada de las alturas, arrojaron unas cuantas personas, se tragaron otras, unas voces enojadas cruzaron de un lado a otro, después la máquina enronquecida volvió a gritar allí delante y, traqueteando, arrastró la oscura cadena hacia abajo, en dirección a la entrada del túnel. Nítido, extenso y con fondos claros, barridos por el viento húmedo, volvió a aparecer el paisaje.”
Demasiado caro para estos tiempos de crisis. Zweig es uno de mis escritores favoritos, pero habrá que tenerlo en cuenta tan sólo si nos toca la lotería del Niño.
ResponderEliminarEstimada Ilona:
ResponderEliminarNo sabes cómo te entiendo. A mí no me ha tocado pero te tengo en mis oraciones. :)
Un saludo.
E.L.