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martes, 18 de septiembre de 2012

'Robespierre. Una vida revolucionaria' de Peter McPhee: del niño "pausado, razonable y laborioso" al moderno Procusto



Robespierre. Una vida revolucionaria.
Peter McPhee (trad. de Ricardo García Pérez).
Ediciones Península. Col. Atalaya.
Tapa dura con sobrecubierta. 23x15 cm.
464 páginas.
PVP: 29,50€
Fecha de publicación: 20 de septiembre de 2012.

Presentada como la biografía más completa del líder revolucionario francés, la obra de Peter McPhee que publica por estos días Ediciones Península, representa un exhaustivo trabajo que aborda desde la política a las relaciones familiares, pasando por los años de formación como abogado y la construcción de una leyenda.

Considerado por sus detractores como el monstruo del Terror, como una de las mentes más sanguinarias de la Revolución Francesa, Robespierre -ajusticiado  a finales de julio de 1794 junto a otros veintiún destacados revolucionarios, incluido un jovencísimo Saint-Just-, también ha sido considerado por algunos como un demócrata radical. En cualquier caso, la influencia de esta figura sobresaliente en la demolición de los cimientos del Antiguo Régimen, fue decisiva tanto a nivel nacional, como desde el punto de vista de la construcción de la Europa de aquel tiempo, que desembocaría en el Imperio de Napoleón.

Ex profesor de la Universidad de Melbourne, de la que fue el primer rector, y especialista en historia de Francia, tema al que ha dedicado extensos trabajos, como Living the French Revolution, del año 2006, el profesor australiano Peter McPhee explica en esta densa monografía cómo Robespierre (1758-94), el Incorruptible, pudo encarnar los ideales republicanos de 1789 y el reino del terror (1793-94). Pero, más allá de abordar los años centrales de su actividad política, aquellos que colocan a este personaje, según la perspectiva que se adopte, ante la condición de héroe o de traidor,  McPhee, a diferencia de los biógrafos precedentes, profundiza también en la niñez y la juventud del abogado provinciano que arribó a Versalles hacia 1789, buscando en ese periodo de formación del que fuera hijo ilegítimo las claves para comprender esa voluntad de poder de la que hizo gala siempre, así como el origen y alcance de sus persistentes crisis nerviosas.

En este sentido, más allá de la caricatura que, con frecuencia, nos lo pretende poner ante los ojos tratando de enfrentar al “primer dictador moderno, inhumano y fanático” con un “visionario abnegado” –por utilizar los términos con los que McPhee alude a esta maniquea controversia-, el presente trabajo nos da la oportunidad de aproximarnos a uno de los personajes más controvertidos de la historia europea, sin olvidar que -a pesar de verse atrapado en un contexto social de crisis que no daba muchas veces, desde la óptica del investigador, para otra cosa que para tragedia y heroísmo-, no era, al fin y al cabo, más que un hombre. Un hombre que sufría fuertes dolores de cabeza, que padecía trastornos gástricos y que, ante la colosal empresa que tenía por delante, apenas dormía.

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